Quiromancia
La práctica de la quiromancia tiene sus raíces en la antigua India, conocida como Samudrika Shastra, y se ha popularizado en el mundo occidental como quiromancia. Originalmente, en la India, este término se refería al estudio del cuerpo en su totalidad y de varios signos en él.
Hoy en día, la quiromancia se considera una disciplina establecida que requiere paciencia y comprensión para obtener interpretaciones precisas y significativas. Se centra en el análisis de la mano, que está formada por aproximadamente 14 huesos unidos, dando lugar a diferentes tipos de manos. Además de las líneas y formas de la mano, otros aspectos como el tamaño, los dedos y los nudillos también desempeñan un papel importante en la quiromancia.
Clases de Quiromancia
La lectura de la mano, especialmente la mano derecha, se considera una herramienta para vislumbrar el destino. Los pasos esenciales para esta práctica incluyen analizar cuidadosamente características como el color, la temperatura y el tamaño de la mano, comparar ambas manos para detectar diferencias, examinar los dedos y las líneas principales como la línea de la vida, la de la cabeza y la del corazón, y luego explorar otras marcas que puedan tener importancia. La mano izquierda, por otro lado, se interpreta como un indicador de las experiencias vividas y los cambios por venir en la vida de una persona. Además, se describen distintas formas de manos, como la cuadrada, la espátula, la cónica y la mixta, cada una con características únicas que reflejan aspectos de la personalidad y el comportamiento.
Primera Clase
Segunda Clase
La quiromancia, que implica la interpretación de la mano, nos brinda la oportunidad de comprendernos mejor y vislumbrar lo que el futuro nos depara. Los colores de la palma, como la palidez, la amarillez, la rosácea y la rojez, revelan rasgos de personalidad distintivos, mientras que las líneas de la mano, como la línea de la vida, del corazón y de la cabeza, ofrecen perspectivas sobre la trayectoria de nuestra vida. El tamaño y la forma de las manos también proporcionan pistas sobre la naturaleza y la disposición de una persona hacia la vida y el cambio.
Tercera Clase
Líneas principales
La línea de la vida, que surge entre el índice y el pulgar, refleja la intensidad con la que vivimos. Una línea marcada y sin interrupciones indica equilibrio, fuerza interior y buena salud, mientras que una línea corta sugiere poca vitalidad y dificultades para enfrentar los desafíos. Una línea discontinua indica ansiedad e inseguridad, mientras que una línea doble sugiere protección y buena salud.
La línea de la cabeza, crucial en ambas manos, revela la predisposición genética en la izquierda y los logros obtenidos en la derecha. Una línea larga indica imaginación, una marcada firmeza y realismo, mientras que una línea recta señala una personalidad egocéntrica y manipuladora.
La línea del corazón, que comienza en la base del dedo índice, refleja la emotividad y los sentimientos. Una línea larga y definida indica emotividad y entusiasmo, mientras que una línea corta o recta sugiere frialdad y falta de sensibilidad. Una línea fina denota egoísmo, una línea discontinua señala inseguridad y dudas, y una línea larga y recta sugiere una personalidad autoritaria y agresiva.
Cuarta Clase
Los Montes de la mano
El Monte de Saturno, situado bajo el dedo mayor, revela aspectos internos de la personalidad, como el autoconocimiento y el equilibrio emocional. Un monte normal indica fuerza interior y calma interna, mientras que un monte prominente sugiere orgullo y falta de paciencia, y un monte hundido refleja melancolía y tendencia al retraimiento.
El Monte de Júpiter, asociado al liderazgo y la fortaleza, muestra la capacidad de una persona para dar o seguir órdenes.
El Monte de Mercurio, bajo el dedo meñique, indica el nivel de habilidad comunicativa y social. Un monte normal sugiere agilidad y sociabilidad, mientras que un monte hundido indica falta de iniciativa y constancia, y un monte sobresaliente sugiere deslealtad y malas intenciones.
El Monte de Marte, que puede ser positivo o negativo, refleja la energía y el carácter de una persona. Un monte normal sugiere energía positiva y optimismo, un monte hundido indica un carácter fuerte con tendencias agresivas, y un monte hinchado sugiere crueldad y agresividad extrema.
El Monte del Sol, ubicado bajo el dedo anular, además de la personalidad, indica la suerte a lo largo de la vida. Un monte normal sugiere sensibilidad y amor por el arte, mientras que un monte hundido sugiere maldad y envidia, y un monte sobresaliente indica vanidad y envidia.
